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domingo, 14 de octubre de 2012

Fin de Vacaciones

Pues nada, llegó el día que nunca nadie quiere que llegue, la vuelta de las vacaciones, aunque por lo menos me quedan 2 días más antes de volver al trabajo y que no serán tan de descanso, que tras 3 semanas fuera hay que hacer un montón de lavadoras y cosas en casa.
Y bueno, por supuesto este post no va a ser una receta.

Hemos pasado 3 fantásticas semanas en Indonesia, país que consta de más de 17000 islas de las que sólo pudimos visitar 3. Empezamos por la isla de Java, viendo Yogjakarta y sus templos, luego a los volcanes de Bromo e Ijen y cogiendo el ferri rumbo a Bali, continuamos disfrutando de sus paisajes  interiores y arrozales haciendo rutas en moto desde Ubud y luego un poquito de playas surferas de Kuta, y finalizamos volando a la isla de Lombok poniéndonos morenos y viendo pececillos de colores en un pueblecito costero llamado Sengigi.

Y este es el mismo resumen en 3 imágenes:


Uno de los platos más típicos que te puedes encontrar por Indonesia es el Bakso, en Asia son muy aficionados a las sopas, e Indonesia no iba a dejar de tener su sopa característica, se trata de una sopa de fideos de arroz, con unas bolas de carne (la textura es un poco extraña, no sabría decir qué tienen dentro), verduras y cebolla frita. La comimos varias veces durante las vacaciones, pero en el sitio que más me gustó fue en este chiringuito que nos encontramos en un pueblo perdido haciendo una ruta en moto, y que la chica se nos quedó mirando como si no hubiera visto un turista en su vida y preguntándose qué hacíamos allí... . También me imagino que por eso nos costó 1/3 de lo que lo venden en los sitios más poblados y turísticos, pagamos 40 (5000 Rupias) céntimos en vez de 1,5€.



Otro plato muy típico de ciertas zonas es el Nasi Rawon, que ellos dicen que es una sopa, yo no sé qué considerarlo..., te suelen dar un bol con una espece de sopa de ternera que es un agua muy oscura y con un sabor muy fuerte y la ternera, y por otro lado un plato de arroz (nasi), coges el arroz y lo añades al caldo. Estaba muy rico, pero como digo, al final era un poco fuerte.
En la foto podéis ver al lado izquierdo un platito con un huevo y unos bloques marrones. Pues esos bloques son tempe. El tempe es otra cosa (digo cosa porque no sé cómo definirlo) hecho a base de soja que es también bastante típico encontrarlo por allí, el de la foto no estaba muy bueno, pero lo compramos varias veces en chiringuitos por la calle que te vendían el tempe frito y esos sí que estaban ricos. Lo ponen para acompañar platos, o como digo, lo encuentras por la calle para comértelo así en un momento de gusanillo..., en vez de una bolsa de patatas, pues un poco de tempe pal buche.


Durante nuestra instancia en Bali, en vez de estar en la zona playera del sur, nos quedamos en el centro en una ciudad llamada Ubud, preferíamos un sitio más cultural y tranquilo que una zona de resorts hoteleros y turísticos. Alquilamos un par de días una moto para recorrer los alrededores, y nuestra guía nos decía que en una ciudad cercana a Ubud se comía un excelente plato de la zona llamado Babi Guling y más concreto en un Warung (restaurante local) muy popular entre los locales y que siempre está repleto de gente.
El plato era un pupurrí de cosas, llevaba arroz (por supuesto) unas verduras (en la foto no se ven porque han quedado por debajo de la carne), unos trozos de cerdo asado, un trozo de la piel tostadita del cerdo asado, unos torreznos, un poco de grasa, una especie de embutidos (como si fueran morcillas, o chorizos muy blandos y no sabría decir a qué sabían), un par de torreznos, una especie de brocheta gorda con una especie de albóndiga incrustada..., vamos a decir que me recordaba al Cocido Madrileño... era el Cocido Indonesio.
Nada más entrar al chiringuito veías el cerdo entero asado..., bueno, lo que quedaba del cerdo, y unas vitrinas con los choricillos y resto de ingredientes.
Nada más entrar con nuestra cara de turistas nos atendieron amablemente y fueron corriendo a buscar a la chiquita que chapurreaba más o menos inglés, a la cual le pedimos 2 Babi Guling, y que por favor uno fuera no picante, ya que yo un poquito picante puedo comerlo, pero muy poquito, ya que el picante asiático no lo aguanto muy bien (no pica igual ese picante que el que podemos ponerle en España a nuestra cocina, ya que a mí me gusta el chorizo picante, las guindillas, ñoras, etc).
Le pegué un bocado a las verduras y casi salgo volando, qué cosa más picante!!!, la chicha del cerdo la pude comer un poco, mientras me seguía ardiendo la boca me dije "seguro que sólo son las verduras, la piel del cerdo crujientita no tiene que picar, ya que es cerdo asado"... ingenua de mí, el cerdo estaba como macerado en picante..., la albondiguilla también era picante... . La única diferencia entre el plato de mi costillo (que sí pidió picante) y el mío, era que a él le pusieron una cucharada de sambal (es un moje que hacen a base de chiles picantes) y a mí no. Claro que la camarera me hizo caso, no me puso picante, lo que pasa es que todo lo demás, salvo el arroz, tenía el picante ya incrustado, no pude comer ni la mitad.
Todo hay que decirlo, que aunque no me pude comer ni la mitad del plato, el primer regustillo antes de quemarme la boca fue buenísimo, el cerdo era muy jugoso y estaba delicioso y la corteza en su punto.



Esto es lo que pasa por ir probando todo lo que se pone por delante, pero también es cierto que si no pruebas, no descubres cosas realmente buenas, como este Sate Ayam, unas brochetas de pollo a la parrilla con salsa de cacahuete (también había que decirle que no picante, y esta vez de verdad no picaba) y cebollita frita, luego pedíamos para acompañar esa especie de arroz comprimido en pastelillos que parecía un platanillo y te lo cortaba en rodajas.
Me parecían muy graciosos los chiringuitos de Sate, ya que muchas veces veías al señor con un abanico dándole caña para avivar las grasas y que las brochetas se cocinasen, pero en este chiringuito, como se puede ver, en la izquierda, hay un ventilador que está colgando a un lado de la parrilla y lo encienden cada vez que hay que cocinar.



Otra de las delicias que pudimos probar fue una buena parrilla de marisco, por menos de 30€ tuvimos una langosta, unas almejas grandes (no sé cómo se llaman) unas brochetas de calamares y un pescado entero (que tampoco sé el nombre).
Una parrillada espectacular. En este restaurante en concreto no preparan la parrilla con madera, sino con cocos, y eso se nota bastante en el sabor de la comida.
La foto no se ve muy bien ya que era de noche, y la "terraza" del restaurante era en medio de la playa, con los pies en la arena, sólo con la luz de una vela y escuchando el mar a tu lado.
La salsa que tienen las almejas no sabemos de qué era, ¡pero es una de las cosas más ricas que hemos probado nunca!


Y por último, que ya me está quedando una entrada bien larga, no puedo dejar de comentar algo muy característico que te encuentras en absolutamente todas las partes de Indonesia, los batidos de frutas.
Espectaculares batidos hechos con frutas frescas, no sé de dónde les habrá salido la tradición de preparar batidos, pero los encuentras en todos los sitios ¡y están riquísimos!, de plátano, piña, fruta de la pasión, mango, papaya, etc.
El batido más "extraño" que te encuentras es el de aguacate, no lo conseguimos tomar tanto como quisimos, ya que no era temporada de aguacates y en muchos restaurantes no tenían. Este batido lo preparan con aguacate (por supuesto) y acompañándolo de chorritos de leche condensada o de chocolate (el que ponían es como una leche condensada pero de chocolate), un sabor curioso, no me disgustaba teniendo en cuenta que no soy fan del aguacate.



Sí que hay otra parte de la que me hubiera gustado hablar que es de Singapur.
Los dos últimos días los pasamos en esta ciudad, ya que cogimos el vuelo de vuelta desde allí (nos era más práctico), Singapur es una de las ciudades donde mejor se debe comer y más variedad, ya que hay una gran e increíble mezcla cultural e incluso tiene un barrio chino, uno hindú y uno malayo, aparte te encuentras gran cantidad de gente de los países de alrededor y de occidentales.
Todas las guías de viaje de Singapur te dicen que lo primero a hacer en esta ciudad es probar sus comidas.
Nosotros estábamos con una buena diarrea y un malestar estomacal desde el día anterior que nos tiramos 3 días casi sin comer.

Fin.

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